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Autor: chesus (Página 2 de 3)

PEPITO GRILLO

 

Subo el volumen. Intento concentrarme en la música que suena por los auriculares, pero mis pensamientos me persiguen.

Me da miedo escucharme, por eso pongo la música tan alta. Sé que voy a echarme en cara todo lo que no he hecho y prometí hacer. Sé que me voy a echar la bronca por ser tan necio. Sé que soy un cobarde que prefiere huir.

Mantengo mi mente ocupada, intento esquivarme, acallar mi voz interna. Sé que es una huida a ninguna parte, siempre me encuentro, siempre me alcanzo.

¿Por qué me doy miedo?, ¿Debería hacerme caso?

Me contesto a mí mismo que sí, pero en cambio, subo aún más el volumen e intento pensar en nada.

 

© Chesús Mateo

06 de julio de 2021

 

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TENEMOS UN PLAN

 

El plan era perfecto en todos los aspectos. Lo repasó de nuevo y no encontró un error visible. Estaban contempladas y neutralizadas todas las variables posibles, las imposibles, también.

Estaba satisfecho, había invertido mucho tiempo en su elaboración, pero había dado sus frutos. Se permitió un respiro.

Ahora sólo quedaba ponerlo en marcha, se dio cuenta de lo mucho que había disfrutado planificando y perfeccionando su plan. Recordó cómo había resuelto las incógnitas, las variables inconexas y de la satisfacciones obtenidas cada vez.

De pronto le surgió una duda: “Pero ¿y si…? No, no es posible, pero ¿si tal vez…?

Un ímpetu le surgió de repente. Guardó todo el dossier del plan junto con los anteriores y empezó de nuevo desde el principio.

 

© Chesús Mateo

05 de julio de 2021

 

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DELEITE

 

Me deleitaba pensando en que iba a ganar el premio Nobel de literatura. Me imaginaba asistiendo a la gala con mi chaqué y mi pajarita y recibiendo las felicitaciones.

Me deleitaba pensando en que iba a conseguir la paz en el mundo. Me imaginaba hablando con los líderes mundiales y que sólo con mis palabras, les lograba convencer.

Me deleitaba pensando en que disponía de una gran fortuna. Me imaginaba teniendo todos los caprichos que quisiera y además ser un gran filántropo y que con mis donaciones lograba aplacar el hambre en el mundo.

Tanto tiempo me estuve deleitando y tanto tiempo estuve imaginando, que, ¡uppsss! se me olvidó jugar a la lotería esta semana.

 

© Chesús Mateo

04 de julio de 2021

 

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¡FOLLOW THE LEADER!

El líder espiritual salió al balcón a saludar a sus seguidores. Los fieles le saludaron con entusiasmo, miles de gargantas corearon al unísono la frase que les habían enseñado como reverencia.

Abrió los brazos en señal de abarcar a toda la gran plaza. Sus blancas vestiduras relucían al sol de la mañana. Sus embriagados acólitos rebosaban de entusiasmo, amor y admiración hacia su líder.

En el interior, expertos financieros hacían balance de los beneficios obtenidos.

© Chesús Mateo

03 de julio de 2021

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¡AGUANTAD, MALDITOS!

 

Los empecinados árboles se resistían a caer, aunque el viento se esmeraba en ello. Sus perfilados troncos se inclinaban empujados por la furia de Eolo, pero sus profundas garras se aferraban a la tierra que los vio nacer.

El dios los miraba resistir y les decía:

  • Aguantáis como si os fuera la vida en ello, aunque el día que yo me enfade de verdad, no habrá parapeto que os resguarde. – Creyendo que sus palabras les infundirían temor y dejarían de aguantar.

Los árboles le oían rugir, pero las amenazas no surtían efecto, aunque a veces, algún compañero, enfermo y agotado, caía con gran estruendo.

 

© Chesús Mateo

02 de julio de 2021

 

 

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EL CHIRINGUITO

 

La hora de la comida en el famoso Chiringuito de la playa, era un constante frenesí. Los camareros iban y venían a toda prisa llevando platos, bebidas, la cuenta…

El olor al pescaito frito y otras fritangas, frenaba a algunos clientes, pero para la mayoría, servía de reclamo, y acudían como moscas que acuden a su manjar favorito.

A la entrada, una fila de personas esperaba ansiosa su entrada. No parecía molestarles pagar por el servicio, el doble o más, de lo que les costaría en su lugar de origen y con seguramente peor calidad.

Sin embargo, tal y como sucede con los partidos políticos, siempre había una mesa reservada para los amigos del dueño, que además de no esperar fila, comían y bebían por el precio de la amistad, y que, en el caso de los políticos, a los “pobrecitos” que no han conseguido un escaño, se les ofrecen cargos importantes con nombres muy significativos y sueldos estratosféricos en instituciones y puestos que al ciudadano de a pie, no le sirven absolutamente para nada.

 

© Chesús Mateo

01 de julio de 2021

 

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COLORES

 

La venta estaba casi cerrada, el comercial del concesionario ya estaba preparando el contrato con la firma de la pareja de compradores. Sólo faltaba un detalle: El color del vehículo.

  • El azul, por supuesto.
  • No, no. A mi me gusta más el rojo.
  • ¿Pero qué dices?, Ya lo habíamos hablado y era el azul.
  • Yo dije que, tras verlo físicamente, me decidiría y ahora prefiero el rojo.

Ambos se miraron con mirada desafiante, se separaron uno del otro unos centímetros. La tensión se palpaba.

  • ¡El rojo! – dijo muy seriamente.
  • ¡El azul! – espetó desafiante.

Se separaron unos centímetros más. Ambos miraron al comercial como indicando que les diera la razón. El vendedor sintió que la venta se le escapaba, empezó a sentirse inseguro.

  • Yo personalmente me decantaría por el rojo, es más deportivo y además el azul se ensucia enseguida y…

Vio la mirada de satisfacción en uno y la de incredulidad en el otro. Había metido la pata.

  • Bueno, el azul es más elegante, además el rojo tiene un índice mayor de accidentes y…

Ahora las caras se habían intercambiado. Se estaba metiendo en un berenjenal. Entonces se le ocurrió.

  • ¿Y por qué no hacéis un “leasing” un año con un color y al año siguiente cambiáis al otro color?, además hay otras ventajas ya que…

Las caras se relajaron. No les pareció mala idea. Ambos parecieron estar de acuerdo.

  • Vale, pero empezaremos con el rojo.
  • No, empezaremos por el azul.

El comercial les dijo:

  • Os dejo un momento solos para que lo penséis, vuelvo enseguida.

El comercial se levantó, fue al baño y una vez dentro y encerrado, gritó tan fuerte como pudo.

 

© Chesús Mateo

30 de junio de 2021

 

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LA CUOTA

Las luces de neón con forma de corazón, se encienden y se apagan sugerentes y seductoras. En el exterior, una otrora hermosa mujer se exhibe provocando la reacción de posibles clientes.

Hace frío fuera, perdió su cobijo cuando acabó su juventud.

Los coches ya no paran a su lado. Un grupo de ruidosos jóvenes se acerca a ella. Brillos de alcohol se adivinan en sus ojos. Se ríen, se mofan de ella y pasan de largo.

Está cada vez más angustiada. Hoy, aún no ha conseguido clientes, y sabe lo que les espera si no cumple con su cuota.

© Chesús Mateo

29 de junio de 2021

¿DÓNDE ESTOY?

 

Estoy totalmente desorientado. No reconozco los edificios, ni las calles. Me he perdido. Yo iba hacia mi casa, pero ahora no sé dónde estoy.

La gente me mira extrañada y me dicen frases que no entiendo.

Una mujer de mediana edad a la que no recuerdo haber visto nunca, me llama papá, me coge del brazo y está empeñada en que vaya con ella a su casa.

La seguiré, estoy cansado y tengo hambre, quizás me dé la cena. Ya iré a mi casa mañana.

 

© Chesús Mateo

28 de junio de 2021

 

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EL HEREDERO

 

El joven heredero no quería esperar a que la palmara su viejo para conseguir el dinero con el que pagar sus deudas, así que me ofreció un plan para robar la caja fuerte.

Me daría la contraseña de la alarma, la combinación de la caja fuerte y nos repartiríamos el botín al 50 %.

Me aseguró que este fin de semana la casa estaría vacía. Me dejaría una palanca camuflada junto a la puerta del chalet, y las instrucciones para neutralizar la alarma.

Así que aquí estoy, con la palanca en la mano, junto al cadáver que me he encontrado en el salón en medio de un charco de sangre y con la policía rodeando la casa y apuntándome.

Soy un pardillo.

 

© Chesús Mateo

27 de junio de 2021

 

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